Al hilo de las informaciones publicadas en dD Las Rozas sobre la apertura de nuevos locales de juego, que animan e infectan a nuestros jóvenes y borran su voluntad… Pero no todo van a ser malas noticias. En la búsqueda de un por qué a tanto desacierto y locura, nos paseamos por Madrid en busca de un centro de juego cerrado por falta de clientes, y lo encontramos en el Barrio de Salamanca en la zona de la Guindalera, y tiene su explicación.

El Barrio de Salamanca está poblado mayoritariamente por gente de avanzada edad, y no son jugadores porque conocen la ruina de la época de los bingos y de las tragaperras, que hicieron mil millonarios a cuatro paletos, y que arruinaron tantas familias. Las mujeres de entre 40 y 65 años estaban dentro de la población de mayor riesgo, así como los jóvenes entre 18 y 30. Hoy, ante la invasión de Internet, y las nuevas formas de comunicar, estos espacios quedan restringidos a la captación de nuevos incautos, deprimidos y gentes en el último minuto.

El local cerrado del que hablamos se encuentra en la calle Cartagena semi esquina con Azcona, y lleva más de cinco meses cerrado. Una forma de dejar a las claras que esto es un negocio con poca exposición, ninguna responsabilidad y sin cara. Seguro que los que lo mueven serán buenos y grandes personajes cara a la galería… pero dedicados en cuerpo y alma a ¡vivir de la desgracia ajena!
Se sabe que los que más juegan son los más incultos, los peor preparados, los que no tienen futuro, y los débiles… ¿Alguien conoce algún medicamento que cure alguna enfermedad? Yo no. Y alguien que pueda demostrar que detrás de estos negocios hay conciencia para salvar a los que se ludopatizan gracias a sus acciones, tampoco.

Luchemos para que en Las Rozas, en nuestro pueblo no venga más juego que secuestre el futuro de nuestros jóvenes…