Cuando llega el final del verano suelen aparecer distintos tipos de problemas en los pies. Se trata de alteraciones que pueden abarcar desde dolores causados por el abuso del calzado demasiado plano, hasta patologías como infecciones causadas por virus u hongos propios de las piscinas, entre otras.
Todos los cambios de estación pueden afectar exponencialmente a nuestros pies, ya que implican cambios de calzado de hábitos. Sin embargo, el otoño es cuando se produce el cambio más brusco que, además, viene acompañado por los posibles estragos del verano. El Colegio Oficial de Podología de la Comunidad de Madrid (COPOMA) propone tres consejos básicos para ayudarnos a preparar nuestros pies de cara al otoño:
Cuidar e hidratar los pies diariamente
Con el objetivo de evitar cansancio, pesadez, dolor u otro tipo de problemas en los pies, es recomendable realizar estiramientos diariamente, que nos ayudan a aliviar la tensión. Lavar los pies con jabones neutros y, si es posible, darnos un baño de unos 15 minutos en agua templada con sal, nos ayudará mucho a disminuir las molestias cuando sintamos calor o inflamación.
Utilizar un calzado adecuado para cada ocasión
Un calzado inapropiado puede causar la aparición de distintos problemas en los pies, por ello es imprescindible el uso de calzado cómodo y adaptado a cada ocasión. Por ejemplo, es importante utilizar el calzado deportivo específico sólo durante la realización de dichas actividades. Respecto a los zapatos de tacón, evitar que el tacón supere los 8 centímetros y procurar que dicho tacón sea lo más ancho posible.
Una vez en casa, debemos cambiarnos al calzado cómodo pero sin abusar de las zapatillas tipo chancleta, que pueden forzar nuestros músculos y causarnos problemas a largo plazo. Las características esenciales para un calzado correcto son: que sea de la talla correcta, con una buena sujeción a nuestro pie, que sea flexible, impermeable pero con transpiración y con una suela antideslizante.
Visita al profesional de la Podología
Con la llegada del otoño es recomendable realizar una visita al profesional de la Podología para llevar a cabo una revisión del estado de los pies. De esta manera, comprobará que no padecemos ninguna patología y todo está correctamente y, por otro lado, nos dará una serie de recomendaciones personalizadas que nos ayudarán a mantener la salud de nuestros pies de cara al nuevo curso.