Según datos recientes ofrecidos por la SEAIC (Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica) desde el año 2005 hasta la actualidad han aumentado las alergias respiratorias, la rinitis y conjuntivitis, entre otras dolencias. Esto también ha supuesto que se adelanten a la edad temprana, en torno a los12 años, las complicaciones que las diferentes alergias pueden provocar en el organismo.
Con una primavera mucho ‘más seca’ de lo habitual a la vuelta de la esquina, este año el tándem ‘contaminación+ sequía’ no ayudará a que el impacto en el organismo sea menor. Por ello, es necesario seguir una serie de hábitos o consejos para el día a día enfocados en la prevención y, en concreto, no olvidarse de hidratar y cuidar las fosas nasales, así como la superficie de nuestros ojos.
¿Cómo parar los efectos de las alergias?
Uno de los errores más comunes a la hora de tratar las afecciones respiratorias o nasales es sonarse la nariz en exceso. Aunque se trata, en la mayoría de los casos, de un gesto involuntario, esta acción solo empeora la situación, por lo que debe limitarse a cuando exista secreción real en las fosas nasales, así como rebajar la intensidad en cada gesto. Asimismo, hidratar convenientemente nariz y ojos es imperativo para prevenir o paliar los efectos de las alergias.
A pesar de que la variación climatológica no constituye una causa directa de infecciones respiratorias como la sinusitis o la rinitis, sí que provoca que el organismo se debilite y sea más proclive a padecerlas. Por ello, laboratorios como Quinton, dedicado a la fabricación de especialidades naturales a base de agua de mar microfiltrada en frío lanzan una posible solución natural basada en el agua salada para todo tipo de pacientes, sin importar rango de edad, y son idóneas para cuadros de alergia, pero también para procesos gripales, rinitis, rinofaringitis o rinosinusitis, entre otros.
Protocolo para atacar la contaminación y la sequedad
El clima extremadamente seco que ha caracterizado finales de 2021 y el comienzo de este nuevo año con un elevado déficit de lluvias, no ayuda, sino empeora, el desarrollo de alergias e irregularidades en nuestro sistema nasal y ocular. Para más inri, la contaminación atmosférica es un hecho, y esto solo intensifica los síntomas de las dolencias nasales y oculares; es por ello, que se recomienda hacer lavados nasales para minimizar las consecuencias atmosféricas y ambientales en nuestra salud. Además del cuidado y restauración de la mucosa nasal, que ayuda a reducir la respuesta alérgica gracias a su efecto de ‘limpieza por barrido’.
En cuanto a la forma de proceder, es recomendable sonarse la nariz suavemente antes de comenzar. Asimismo, se deberán seguir los siguientes pasos:
- Colocar la cabeza sobre el lavabo o bien sobre una toalla, mientras se procede a respirar por la boca.
- Introducir la boquilla del dispositivo en la fosa nasal derecha y presionar para que el agua de mar llegue a la nariz. Repetir el proceso con la fosa nasal izquierda.
- Ajustar la inclinación de la cabeza para que la solución penetre correctamente.
- Para terminar, debemos sonarnos la nariz suavemente para retirar el agua y mucosidad restantes.
Los ojos también se resienten durante la primavera
El impacto de las alergias estacionales es muy evidente también en los ojos dada su cercanía a las fosas nasales. En el caso de la alergia ocular estacional, el principal desencadenante es el polen de flores, y su principal efecto es lo que se denomina “conjuntivitis alérgica estacional“; aunque existen diversos factores detrás del desarrollo de una alergia en los ojos. Algunos de los más comunes son los ácaros del polvo, el moho, o el pelo de las mascotas si convivimos con ellas.
Como principales consejos para minimizar los efectos de las alergias en nuestra vista, se recomienda evitar textiles o materiales que acumulen grandes cantidades de polvo, como alfombras, cortinas, peluches o adornos innecesarios. Además de un lavado intensificado de los textiles de la cama, evitando si los almohadones y cojines de plumas de ave. Por su parte, si se dispone de un colchón antiguo, es recomendable utilizar un forro sintético de lino ya que podría evitar la proliferación de los temidos ácaros.
Por último, y con supervisión del oculista, se recomienda el uso en el exterior lentes de protección con filtro ultravioleta, particularmente en días ventosos o ambientes con mucho polvo. Gracias a estos consejos se puede fomentar la protección y prevención frente a lo que podría desencadenar en cuadros alérgicos especialmente intensos, debido a las condiciones medioambientales adversas que actualmente vivimos como sociedad.
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