Llega el verano. Estamos más expuestos y se nos ven más las estrías que tenemos acumuladas de otros años o cosechadas de esta temporada de invierno. El caso es que la estría no gusta. Se vive de mala manera, y a veces son tantas que no se pueden ocultar. ¿Es el verano un buen momento para iniciar un tratamiento de las estrías? ¿Cómo les afecta el sol?
Según ha explicado el doctor Víctor García, presidente de la Sociedad Española de Medicina y Cirugía Cosmética (SEMCC), “cuando las estrías ya están constituidas les puede afectar el verano por la exposición solar. A la estría no le gusta en absoluto la radiación ultravioleta, ni tampoco a las cicatrices. Las estrías son cicatrices fruto de un traumatismo tisular, es decir, tejido de alguna parte del cuerpo que no responde bien ante una determinada tensión, como cuando engordamos o por un embarazo, o bien tras un ejercicio excesivo. También pueden surgir tras tomar corticoides, que debilitan la piel”.
Por tanto, el especialista en Medicina Estética remarca que el sol puede resultar perjudicial para las estrías, igual que sucede con las cicatrices: “Cuando están estabilizadas, son viejas, no se pigmentan; por el contrario, cuando se está generando la estría, esta es roja, cuando se está formando y rompiendo la dermis, cuando es reciente, se pigmenta mal, con tendencia a la hiperpigmentación, por una reacción inflamatoria que produce una alta concentración de melanina”.
¿Las estrías se pueden prevenir?
A día de hoy, la forma de prevenirlas es evitando las situaciones que puedan producirlas o cuidando nuestra piel: ponernos la crema regeneradora o hidratante cada día, hacer gimnasia con intensidad controlada. Aunque, ll doctor García ha recordado que en la adolescencia, sobre todo en las mujeres, la piel se fragiliza por su situación hormonal y es frecuente que aparezcan estrías.
En concreto, las estrías aparecen en sitios característicos como el abdomen, la cintura, los muslos, la cara interna de los muslos, en los brazos, o en la cara interna de los brazos; es decir, en zonas donde la piel es más débil y se producen acumulaciones de grasa, un grado de distensión tan rápido, que nuestra piel no puede aguantar.
Ahora bien, no solo afectan a las mujeres, el presidente de la SEMCC destaca que las estrías también las padecen los hombres; aunque en su caso fundamentalmente aparecen en la edad adulta y están relacionadas con obesidades importantes de hasta 15 kilos, focalizándose en el abdomen, por regla general. Eso sí, precisa que en la adolescencia, los hombres tienen igual riesgo que las mujeres de desarrollar estrías por esa ‘revolución hormonal’ típica de la edad.
¿Cómo podemos solucionar estas marcas en la piel?
El presidente de la SEMCC ha reconocido que las estrías al 100% no se pueden hacer desaparecer, pero con la biodermogénesis se pueden conseguir resultados de hasta un 60-70% de satisfacción.
A la estría roja, a la que se está formando, se la trata de forma distinta que a la vieja, según ha aclarado. Existen, por tanto, diferentes tratamientos: “La consideración es la misma que con la cicatriz. Ahí valen las aplicaciones de presión, de parches de silicona, la inyección de factores de crecimiento, los ‘peeling’, la microdermoabrasión; todos ellos estimuladores de la regeneración, y encargados de mejorar la calidad de la cicatriz y de la estría”.
Pero ya cuando esas estrías llevan tiempo, lo único que, en su opinión, funciona bien es un procedimiento llamado ‘biodermogénesis’, una técnica relativamente joven, se emplea desde hace menos de una década, y que aúna varios tratamientos: la depresoterapia (succión de la piel), el paso de corrientes electromagnéticas que estimulan las células del entorno, y la microdermoabrasión o un pulido de las capas externas.
Los demás procedimientos, tipo láser y dermofrecuencia dice este experto que funcionan pero “a medias” porque, por ejemplo, según explica, un láser que quita la piel para que salga la nueva soluciona el problema externo pero no el de la cicatriz; o en el caso de la radiofrecuencia resolvería parte del tejido cicatricial pero no la superficie.
En cuanto a si el verano es buena época para hacerse un tratamiento en este sentido, el doctor García advierte de que todos los tratamientos que produzcan inflamación, tipo el láser, el ‘peeling’, la micropunción, o la radiofrecuencia, no deben emplearse en verano porque podríamos producir una hiperpigmentación de rebote y tendríamos una coloración indeseada. A excepción del ya mencionado biodermogénesis, “un tratamiento con el que el paciente si puede tomar el sol desde el primer día”.
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