Un estudio reciente vincula un mejor control del azúcar en sangre con la reducción de daños cerebrales derivados de la diabetes. La investigación, publicada en la prestigiosa revista científica Nature, asegura que aquellos adolescentes que controlan sus niveles de azúcar de forma más estable pueden reducir los efectos dañinos en el cerebro, asimilando su estructura y funcionamiento al de los jóvenes sin diabetes. Según expertos españoles, “la detección temprana y la educación sobre esta patología son fundamentales, especialmente en las edades más jóvenes”.
La investigación ha sido desarrollada por profesionales de la Universidad de Stanford y de Nemours Children’s Health de Jacksonville. Los primeros resultados de este estudio piloto favorecen el uso de sistemas de bucle cerrado (infusores de insulina con monitoreo continuo de glucosa intersticial), pues permiten suministrar la insulina en los niveles adecuados en momentos en los que es más complicado hacerlo como durante el sueño. Además, en el caso de los adolescentes, sostienen que hay esperanzas de que el daño sufrido por el cerebro en épocas de desarrollo pueda ser reversible. Este supuesto beneficiaría a los jóvenes con diabetes tipo 1 que lleven a cabo ese control estricto de la glucosa.
“La mayoría de las personas que tienen diabetes siguen los pasos que les aconsejan los médicos. También los más jóvenes, que podrían ser más despistados por la simple razón de su edad. Sin embargo, el mejor control de la glucosa llega a través del uso de tecnología, entre otras del circuito cerrado”, asegura al respecto Mariana González, responsable médica de la empresa española Health Training Lab, especializada en tratamientos nutricionales y de actividad física para personas con diabetes.
El estudio elaborado por las instituciones estadounidenses se ha basado en el análisis de 42 adolescentes de entre 14 y 17 años a los que se les había detectado diabetes tipo 1 antes de los ocho años. Todos ellos recibían tratamiento con insulina. Durante seis meses, se les dividió en dos grupos. Uno de ellos empleaba un sistema de administración de insulina de circuito cerrado, mientras que el otro seguía la atención estándar sin el uso de esta tecnología. Después de ese periodo de estudio, comprobaron interesantes diferencias en sus evaluaciones cognitivas.
Los datos de este estudio piloto reflejan que aquellos jóvenes con diabetes tipo 1 que emplearon el sistema cerrado de insulina aumentaron el tiempo en el que su glucosa se situaba en niveles ideales, lo que se llama TIR (por tiempo en rango). Pero lo más importante es que en su caso, estos adolescentes tuvieron resultados más parecidos a los adolescentes sin diabetes en los exámenes de métricas cerebrales. Es decir, un mayor control de la glucosa en adolescentes permite reducir el riesgo de afecciones cerebrales en edades de desarrollo.
En 2040 se prevé que haya el doble de personas con diabetes
“La investigación es un piloto, pero si sigue avanzando puede ser muy importante para frenar las consecuencias de la diabetes en los más jóvenes”, indica González. La experta española subraya que “hay constancia de que la diabetes tipo 1 afecta a zonas como el riñón, pero extender esta confirmación al cerebro supone un gran descubrimiento en caso de que se confirme, ya que el trabajo cuenta con muy pocos pacientes”.
Según las estimaciones como la de la revista The Lancet Diabetes & Endocrinology, en 2040 se prevé que haya el doble de personas con diabetes tipo 1 en todo el planeta, pudiendo superar los 17 millones. En España, según los últimos datos, hay más de cinco millones de personas con los diferentes tipos de diabetes y más de 1,5 no sabe que la tiene. “Es necesaria una mayor prevención y educación sobre la patología”, reclama la especialista de Health Training Lab.
La llegada de la tecnología al ámbito sanitario, de hecho, se concibe como una posibilidad de mejorar el tratamiento contra la diabetes. La misma empresa española Health Training Lab, afincada en Navarra, es desarrolladora de la primera aplicación móvil que usa Inteligencia Artificial para colaborar en el control de la diabetes. Los usuarios de esta plataforma conocida como Sendo Diabetes, aportando algunos de sus datos sobre la patología, reciben planes nutricionales y de actividad física elaborados por esa Inteligencia Artificial.
“En un futuro cercano, toda la información que recopila este tipo de tecnología, ahora la Inteligencia Artificial, podrá llegar a manos de los médicos para que tengan más opciones a la hora de trabajar con sus pacientes con diabetes”, afirma la experta española.
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